EL HUAPANGO HUASTECO
Como un área geográfica, la Huasteca se extiende a grandes rasgos desde Poza Rica, Ver., penetra a la sierra del estado de Hidalgo, hacia el norte atraviesa la región de Tamazunchale y Ciudad Valles en el estado de San Luis Potosí llegando hasta Cd. Victoria y el Puerto de Tampico en el estado de Tamaulipas.
En la región Huasteca, los sones son conocidos como huapango o son huasteco. A primera vista, podrían encontrarse grandes similitudes entre el son huasteco y el huapango veracruzano, pero hay muchísimos elementos que los hacen enteramente diferentes. Independientemente de que el repertorio por regiones varía, ya que sones como El llorar, La sirena, La rosa y La petenera son exclusivos de la Huasteca.
En los grupos huastecos predomina un nuevo elemento que si bien solía encontrarse en los conjuntos de Veracruz, es indispensable en los soneros de la región huasteca; el violín. Los violinistas huapangueros son el centro brillante del conjunto y su habilidad técnica es extraordinaria, ya que sin hacer uso del vibrato clásico, mantienen un tono transparente y claro aun dentro de las más arriesgadas acrobacias de ejecución.
El conjunto huasteco se compone de violín, jarana, y una guitarra quinta o “huapanguera”. La huapanguera es una guitarra de cinco órdenes, habitualmente de ocho a diez cuerdas, debiendo ser considerado en realidad como una variante del bajo quinto. Es el instrumento que sostiene el ritmo del huapango, dejando a la jarana la responsabilidad de adornar con movimientos rápidos para dar color al ritmo.
Una característica final del son huasteco es la voz que canta un falsete agudo, con frecuencia con sílabas sin sentido, en los estribillos. Rasgo encontrado esporádicamente fuera de la huasteca, y en especial en aquellos sones en tono menor como La Malagueña, La Petenera, etc., pero en ninguna parte es la voz de falsete tan común como aquí.
Diferentes pueblos parecen haber establecido una convención respecto al número de estrofas para cantar en un huapango, y estas serán tres, cuatro o cinco. Los versos de cada son no están establecidos por tradición, sino más bien los músicos de cada grupo han convenido en ello.
Diferencias de ejecución crean variantes dentro del estilo huasteco; es así que los huapangueros del norte de Veracruz son por lo general más lentos que aquellos de Hidalgo, San Luis Potosí y del sur de Tamaulipas.
Son innumerables los compositores e intérpretes que contribuyeron al desarrollo y evolución de esta música regional. Entre quienes merecen un lugar preponderante por la buena calidad de sus obras, José Agustín Ramírez, Pedro Galindo, Elpidio Ramírez y Nicandro Castillo como profundos conocedores de la tradición y especialistas en sones huastecos así como a los Cuates Castilla, Lorenzo Barcelata, Andrés y Víctor Huesca, Severiano Briseño, Pedro Rosa, Marcelino Tovar (el “Negro”) y tantos otros que dieron brillo a los sones huastecos y huapangos.
Edición: Lic. Antonio Robledo Berrones. Promotor musical del I.T.S.L.P.